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viernes, 20 de diciembre de 2013

Un eco en mi cabeza


Me habría propuesto empezar la "dieta" hoy, si a dieta de azucares, grasas, carbohidratos y verduras, solo agua, esa dieta hace cinco años me había funcionado para dejar de ser una goda y llegar a mis 35 kilos. Una reunión con los amigos y  el plan se vino abajo, pensar cuantas calorías iba a comer en este día me llenaron la cabeza de números, como una noche de relámpagos, relámpagos de números  en mi cabeza. Suelo ponerme mal cuando las cosas no salen como quiero, la ansiedad trajo efectos contraproducentes y lo único que había era "comida", esa maldita palabra que tanto odio, en mi cabeza solo pasaban números, inconscientemente me llevé a la boca un bocado y luego otro, así hasta acabar con dos tortillas, no recuerdo de que. Llegó la hora de arreglarme para salir, y como siempre mis cajones quedaron vomitados de ropa, y es que cuando eres gorda no es tan fácil verse bien con todo, esas ganas de querer morirme en ese momento eran mas grandes que las de salir. Que difícil es caminar por la calle y sentir las  miradas encima, que te recorran de pies a cabeza, sentirte violada y frágil, con ganas de regresar a casa a llorar, llorar hasta dormirse y despertar años después o quizá nunca despertar, eso seria mejor, y luego tener la habilidad de poder leer  bocas "que baje de peso", "que gorda", "fea", "me das asco", "mira su celulitis" ¿Por que no me atropellaban o me daban un balazo?¿Por que no llevaba un cuter y me cortaba hasta desangrarme y olvidarme de mi existencia?, una muerte lenta, era mas fácil que las miradas y las palabras.  ¿Por que me ponen  bonitas a mis ojos?¿porque me hacen sentir mas mierda?¿porque es tan injusto Dios, o la vida?ellas bonitas y yo, gorda, terriblemente gorda y fea, dos horas fueron suficiente para olvidar todo, pasarla bien, también para llegar a casa y llenarme de  tristeza, de soledad y de arrepentimiento. Me puse a leer: mi refugio, era eso o llorar y pasar la navaja por mis muñecas. Estaba tan concentrada pensando, leyendo que no escuche cuando llegaron mis padres, me llamaron a la mesa y solo recuerdo que dijeron: "¡ya cenaron?..... tacos" no recuerdo que mas dijo papá en ese momento se me  nubló la vista y una serie de voces consigo "tacos" "tacos" "tacos" "gorda" "gorda" esta vez un vomito de imágenes me dejaron sorda. No me había sido tan difícil dar una mordida al taco, en un buen tiempo, las voces no desaparecían, ahí estaban y con mas frecuencia, humillándome,  haciendo un eco en mi cabeza y las miradas y las bocas de en la tarde en mi taco,  pronto se me   inundaron los ojos, ¡no podía mas!, soy una gorda, una asquerosa gorda, y ellos querían verme mas gorda, mientras metía el taco a mi boca y también había entrado en crisis. Inmediatamente fui al baño, odio ese asqueroso sabor en mi boca, a grasa, a obesidad, a gorda. Subí a mi recamara y lloré.

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