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sábado, 21 de diciembre de 2013

Pavadas


Cortar con mi novio por estar gorda es una de las pavadas mas absurdas que se me han ocurrido, y es que pienso que nadie es culpable que existamos nosotras 'las gordas'. Nosotras no podemos sentir el cariño de nadie, no merecemos nada, ¿como puede una gorda obtener recompensas si no se esfuerzan en ser bonitas, en ser perfectas?, no les importa solo son gordas y punto, putas mediocres y conformistas. Una gorda merece tristeza, soledad y ser reprimida por la sociedad, solo eso, dan mal aspecto, asco, en otras palabras contaminación visual, ¡las odio!, ¡me odio!. Pobres de aquellos novios de las gordas, ¡pobres!, me compadezco de aquellos hombres, ellos no tiene la culpa de haberse enamorado con el corazón y de que ellas sean una gordas, abrazarlas y sentir su grasa, sus rollos y sus brazos gordos, es lo mas repugnante, odio que me abracen. Si mi novio me engañase, lo entendería, yo seria la culpable, ¿cual es su culpa por haberse topado a un fenómeno? ¿cual?. En el trabajo necesitaban edecanes, (por cierto trabajo en una Telefonía celular), una chava bonita, delgada, cuerpo de diez y segura de si, sería la perfecta, nada que ver conmigo, ¡NADA!, decía ¡quiero ser como ella! todo dentro de mi, mientras la veía, era hermosa, ojos grandes, cabello lacio, boca perfecta, sin estómago, alta, piernas delgadas, ella no tenia chaparreras, ni brazos gordos, ella era la indicada, que estupidez pensar que yo podía ser. ''¡Ni loca!, ¡no me gusta eso!, ¡jamás!" decía y dentro de mi, moría por estar ahí, en su lugar, alguna vez a los 9 años soñé con ser modelo, mostrar finas ropas, posar para revistas, siempre lo soñé, y siempre eso será, solo sueños. Ella era tan perfecta. tan delgada, su actitud, tan ella que hasta pude confundir tal admiración por la idea de pensar que me había gustado. Lo mejor fue que todo salio como quise, no comí nada, nada, cero calorías. Llegue a casa y rompí en llanto.

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